PINTURA CHILENA
Sellos nº 1918 y 1919
Los pintores seleccionados para
esta serie de sellos, forman parte de los artistas del ciclo
expositivo organizado por el museo denominado Reactivando la
Memoria. Han sido seleccionados considerando su calidad artística y su
aporte al desarrollo del arte nacional. Esta serie se inicia con
tres pintores que corresponden a tres generaciones distintas: Agustín
Abarca, Augusto Eguiluz y Henriette Petit.
Agustín
Abarca (1882-1953)
Perteneció a la generación de jóvenes
pintores que debutó en la exposición de 1910, con
motivo de la inauguración del Museo Nacional de Bellas
Artes. Este grupo recibió el nombre de Generación
del Centenario o Generación del Trece y su importancia
radica en la incorporación de nuevos temas y una nueva
forma de utilizar el gesto pictórico y el color.
Agustín Abarca, abandonó su trabajo como contador
en Talca, gracias a los consejos del maestro Pablo Burchard, y
se fue a estudiar pintura en la Academia de Bellas Artes de Santiago.
Bajo la dirección del pintor español Fernando Alvarez
de Sotomayor, su obra inició la recuperación del
mundo rural, en oposición a la idea de la ciudad que representaba
lo frío e impersonal. Abarca se dedicó
a realizar acuarelas, dibujos y óleos recorriendo el sur
de Chile. Tras innumerables salidas a terreno, el pintor eligió paisajes
en los que se destaca la textura de los árboles, la iluminación
natural y la profundidad espacial. Un árbol o un paisaje
en sus pinturas pueden alcanzar tal nivel poético que pueden
transformarse en una alegoría de lo que le ocurre al hombre
en su interior; un árbol caído, un árbol con
gruesas ramas y uno que se leva por sobre la línea del horizonte.
Augusto
Eguiluz (1894-1969)
Estudia en el Instituto Nacional y, más tarde,
en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Posteriormente
se desempeñará como profesor en la Escuela de Bellas
Artes de la misma.
Su aporte en la historia del arte chileno será a partir
de su reconocida labor docente y su trabajo plástico desarrollado
con mucho rigor y silencio. Su obra está
orientada hacia la revisión de las propuestas plásticas
de principios del siglo XX y fue particularmente sensible a la
propuesta de los posimpresionistas y en especial del cubismo desarrollado
por Paul Cezanne. Se aprecia el uso del color agrisado, la pincelada
diagonal, rítmica y yuxtapuesta, junto a la definición
de la forma, entendida como volúmenes cerrados y sintéticos.
Historiográficamente ha sido considerado como integrante
de la Generación del 28.
Henriette
Petit (1894-1983)
Una mujer sobresaliente por su espíritu y su poderosa expresión
pictórica. Si bien desarrolló
una obra modesta en número, sus trabajos han quedado en
un lugar privilegiado en todas las historias del arte que se han
realizado en Chile. Su aporte se reconoce a partir de su trabajo
como alumna destacada en el taller de Juan Francisco González,
luego en la Academia de la Grande Chaumiere en Francia, durante
los inicios de la década del 20 y su posterior participación
en las exposiciones del Grupo Montparnasse realizadas en Chile
en 1923 y 1925. El trabajo de Henriette Petit se inicia en el estudio
de la figura humana a la luz de una estrategia muy sintética
de la forma y reducido color, de tal modo que su cromatismo obedece
a destacar los volúmenes y la monumentalidad de las formas.
Sus trabajos posteriores irán modificándose a partir
de la incorporación de elementos propios del cubismo y la
abstracción. |