LA INMIGRACION YUGOSLAVA
EN MAGALLANES, 1878-1978
SELLO nº 956
No es cosa fácil
apreciar el significado histórico de la inmigración
yugoslava al cumplir un siglo exacto de la constatación
de la presencia de sus primeros componentes.
Puede valorarse en ella la contribución generosa en
forma de tantísimo esfuerzo laborioso en faenas sacrificadas
y modestas que hicieron al desarrollo económico y progreso
social de Magallanes.
Desde el ímprobo trabajo de los recios mineros de las
islas Australes, de Boquerón y Cutter Cove, hasta la
silenciosa y efectiva de los empedradores urbanos de Punta
Arenas, pasando por los marineros, pescadores, albañiles,
esquiladores y peones de innúmeras obras.
Cabe también estimarla, en el aporte de los calificados
artesanos e industriales; de los comerciantes y empresarios;
en el de los horticultores, que enseñaron como hacer
productiva la hosca tierra; y en de sus nobles mujeres ( madres
y esposas) que conservaron y cultivaron en el hogar la fe,
las sanas costumbres y las virtudes tradicionales y criaron
a sus hijos en su observancia.
Merece apreciárseles en la admirable adopción,
sin reservas, que hicieron los yugoslavos de su nueva Patria;
expresando proverbiales respeto y acatamiento a las leyes,
autoridades e instituciones; por la aceptación temprana,
inmediata podría afirmarse, del idioma, y por la inspiración
en sus hijos de virtudes de ejemplar civismo.
Cabe considerarla, por su contribución imponderable,
pero rica siempre, en conjunto con otros grupos migratorios
europeos y su fusión con el contingente nacional, en
la formación de una nueva sociedad en el meridión
americano. Así, en fin los yugoslavos, han entregado
durante un siglo y sin recatos, carne y espíritu para
construir un Chile distinto en los ásperos territorios
de la Patagonia Austral y la Tierra del Fuego.
Por descendencia la inmigración compromete a lo menos
hoy, - en cien años de presencia -, a un quinto de
la población regional, proporción que se hace
mayor si se considera su influencia por vínculos de
afinidad. La inmigración yugoslava ha sido y es, así,
un hecho histórico social positivo, de importancia
y trascendencia indesmentibles para el progreso de Chile en
el sur.
MATEO MARTINIC. |