100
AÑOS DE AVIACION
Sello nº 2138
El 17 de diciembre
de 1903, los hermanos estadounidenses Wilbur y Orville Wright
lograron despegar del suelo un aparato autopropulsado más
pesado que el aire, llevando un pasajero a bordo, vuelo que
se realizó en las dunas de Kitty Hawk, Carolina del
Norte. La aeronave, bautizada como Flyer I, se mantuvo sólo
59 segundos en el aire y alcanzó a recorrer unos 250
metros.
Esos escasos instantes fueron
suficientes sin embargo, para cambiar el rumbo de la historia
de la Humanidad: ¡HABIA NACIDO LA AVIACIÓN!
Aunque este gran hito sucedió
en Estados Unidos, fue en Francia donde se concentró
la actividad aeronáutica en sus comienzos. En ese país
se fundó la Federación Aeronáutica Internacional
(1905) y se comenzaron a realizar los llamados “meetings
de Aviación”, los cuales congregaban la flor
y nata de los aviadores del mundo, entre ellos Farman, Curtiss,
Bleriot, los hermanos Voisin, los hermanos Wright, el brasileño
Santos Dumont y el chileno José Luis Sánchez
Besa.
Sucesivos hitos fueron marcando
el desarrollo de la aeronáutica. En 1909 el francés
Louis Bleriot cruzó en vuelo el Canal de la Mancha.
La prensa inglesa decía: “Inglaterra ha dejado
de ser una isla”...
Ya para el año 1924
se realizaba el primer vuelo en avión alrededor de
la Tierra. Las dos aeronaves que realizaron esta hazaña,
conocidas como “Chicago” y “New Orleáns”,
atravesaron 21 países y realizaron 57 escalas, durante
175 días.
En 1927, Charles Lindbergh realiza el primer cruce del Atlántico
en el “Spirit of St.Louis” y se comienzan a suceder
una serie de vuelos de larga distancia: San Francisco-Honololu;
Londres- Darwin; San Francisco-Sideney: Moscú-Seatle-Nueva
York, por mencionar algunos. De allí en adelante, nada
detendría esta maravilla tecnológica en la conquista
del aire y del espacio, hasta llevar al Hombre a la Luna.
Hoy, a 100 años de esos acontecimientos históricos,
el mundo de la aviación conmemora sus orígenes
y reconoce ampliamente el logro alcanzado por los primeros
hombres que se atrevieron a “volar”
DESARROLLO
DE LA ERONAUTICA EN CHILE
Chile fue uno de los países en América Latina
que se interesó en forma temprana en el tema de la aeronáutica. Ya el 21 de agosto de 1910, el joven francés
radicado en Chile, César Copetta realizó el
primer vuelo en nuestro país. Sin embargo, el interés
por el tema venía gestándose desde 1909, cuando
el Coronel Arístide Pinto Concha, uno de los precursores
de la aviación, formuló el propósito
de incorporar la aviación al Ejército y crear
unidades aéreas a lo largo del país, produciéndose
numerosos estudios e informes desde Europa, entre los que
destaca aquel realizado por el Teniente Coronel Pedro Pablo
Dartnell Encina.
Producto de estos trabajos
y de los diversos esfuerzos que hicieron los pioneros de la aeronáutica en esa época, se creó el
año 1913, la Escuela de Aeronáutica Militar,
antecesora de la actual Escuela de Aviación. Esta marcaría
un hito trascendental, ya que se constituyó como una
de las primeras de su tipo en el mundo, además de convertirse
en el lugar donde se gestaron las acciones que darían
paso al desarrollo de toda nuestra aviación.
En 1913 la aeronáutica
civil daba también un importante paso al crear el Aero
Club de Chile, el que luego sería reformulado años
más tarde bajo la férrea voluntad y visión
del entonces Comandante Arturo Merino Benítez, adoptando
el nombre de Club Aéreo de Chile.
Ya en 1918, el teniente
Dagoberto Godoy Fuentealba materializa uno de los hitos más
importantes de la aviación mundial. El 12 de diciembre
de ese año, a bordo de su avión, Bristol M-1
C, el Oficial realiza la gran hazaña de cruzar la Cordillera
de Los Andes por su parte más alta. Al año siguiente,
el Teniente Armando Cortínez Mujica realiza el mismo
trayecto, ida y regreso.
En 1922, el Capitán
Diego Aracena Aguilar efectúa el crucero más
largo de ese entonces a nivel latinoamericano, al unir Santiago
con Río de Janeiro en el legendario avión De
Havilland “El Ferroviario”.
En 1929, el Comandante Arturo
Merino Benítez pone en marcha la Línea Aérea
Postal Santiago-Arica, la cual tenía la responsabilidad
de recorrer esta difícil ruta, con el propósito
de entregar un servicio serio y confiable. En 1932, se convertiría
en la primera empresa aérea comercial del país,
con el nombre de Línea Aérea Nacional. Esta
empresa operó con pilotos y personal de la Fuerza Aérea
de Chile hasta 1937, año en que completó sus
propias dotaciones.
El 21 de marzo de 1930,
por Decreto Nº1.167, nace la Fuerza Aérea Nacional,
como resultado de la fusión de los Servicios de Aviación
dependientes de los Ministerios de Guerra y Marina. En 1937
cambió su denominación a Fuerza Aérea
de Chile.
Desde sus inicios, la Fuerza
Aérea ha ido desarrollando todos sus ámbitos
de acción, destacando el resguardo permanente del espacio
aéreo chileno, además de realizar un importante
aporte al desarrollo nacional.
Es ese sentido, se destaca
el apoyo que brinda a las comunidades de zonas alejadas; la
coordinación de puentes aéreos, en caso de catástrofes;
los traslados de órganos para transplantes y de pacientes
con riesgo vital; la ayuda constante a los habitantes de las
Islas de Pascua y de Juan Fernández; las acciones inmediatas
de búsqueda y rescate, en caso de accidentes aéreos
y la importante labor en la Antártica.
De esta forma, durante sus
73 años de vida, la Fuerza Aérea ha aportado
permanentemente al desarrollo aeronáutico, la integración
del territorio y al progreso nacional, cumpliendo su compromiso
con la Nación y con sus compatriotas. |