REFORMA PROCESAL
PENAL
SELLO Nº 2016
El actual Código de Procedimiento
Penal de Chile fue propuesto por el Presidente Jorge Montt al Congreso
en el año 1894. Basado en normas de la antigua legislación
española, sólo ha experimentado pequeñas modificaciones
parciales en casi 100 años de existencia.
Ello ha generado una brecha entre
las necesidades actuales de administración de justicia y
la capacidad de nuestras instituciones para proporcionarla.
Enmarcado en el plan de modernización
del Estado, el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos está poniendo
en marcha un conjunto de cambios destinados a dotar al país
de una nueva justicia, oportuna, eficiente, transparente, clara
y confiable, al alcance de todos los chilenos. Sin duda, el cambio
más significativo de este proceso es la implementación
de la Reforma Procesal Penal.
LA JUSTICIA HOY
Actualmente, la administración
de justicia en Chile se caracteriza por lo siguiente:
La fase de investigación
es secreta y, en la mayoría de los casos, mediada por actuarios.
Las policías reciben órdenes amplias de investigar,
lo que impide un control eficiente sobre la forma en que se desarrollan
las indagaciones.
Los involucrados en proceso penal, víctimas o acusados,
tiene escaso contacto con el juez.
Las víctimas no tienen representante ni protección
para hacer valer sus derechos.
El proceso se desarrolla por medio de expedientes escritos, los
que pueden ser alterados o extraviados.
La mayoría de las pruebas para acusar o absolver a una persona
se recopilan y analizan en una etapa secreta.
Normalmente, el procesamiento implica la prisión preventiva
del acusado, aunque finalmente resulte inocente.
La víctima y el imputado enfrentan un largo proceso burocrático
y muchas veces no tienen posibilidad de acceder a una defensa gratuita,
a través de un abogado.
El juez obtiene antecedentes de la investigación durante
el proceso, por lo que se forma una opinión antes de escuchar
la defensa del acusado, transformándose la etapa de Plenario
en una cuestión más bien formal.
EL NUEVO SISTEMA
El futuro sistema de administración
de justicia penal tiene las siguientes ventajas:
Se crea el Ministerio Público,
entidad compuesta por fiscales que deberán dirigir la investigación
y la acción de la política para éstos efectos,
y proteger a víctimas y testigos.
Los acusados que no tengan recursos para costear una asistencia
legal particular, podrán acceder a una Defensoría
Penal Pública que cautelará sus intereses.
Existirá un Juez de Garantía, quién velará
por el correcto desarrollo de la investigación.
Se creará también el denominado Tribunal Oral en
lo Penal, integrado por tres jueces que desarrollarán el
juicio oral público, instancia en la que el Ministerio Público
y la Defensa Penal Pública se enfrentarán con igualdad
de armas jurídicas.
El juicio será más rápido y la sentencia se
conocerá a la brevedad.
LA REFORMA DEL SIGLO
La reforma estructural de la
justicia busca modificar el actual sistema procesal penal, con
el objetivo principal de garantizar el debido proceso a todos los
ciudadanos.
La Reforma busca profundizar la democracia, establecer un mayor
respeto a los derechos de las personas, proteger a las víctimas
de los delitos, concretar una sanción imparcial y rápida
de la delincuencia y, sobre todo, acercar ala justicia a la gente.
En lo medular, la Reforma separa funciones de investigar y juzgar
en órganos distintos, entregando la primera de ellas a una
entidad autónoma y técnica (el Ministerio Público)
y la segunda al Poder Judicial.
Las instituciones involucradas y los nuevos actores del sistema
ya han comenzado a ser nombrados.
La primera etapa de la Reforma se está implementando en
las regiones de Coquimbo y la Araucanía, lugares donde deberá entrar
en vigencia el 16 de diciembre de este año.
LOS NUEVOS EDIFICIOS
Las instituciones que participarán
en la Reforma Procesal Penal contarán con más de
300 nuevos edificios, altamente equipados para el desempeño
de sus funciones. Sólo los nuevos Juzgados de Garantía
y en lo Penal demandarán una inversión superior a
los 87 mil millones de pesos.
Contemplarán espacios adecuados para el desarrollo del nuevo
sistema y áreas diferenciadas para audiencias, atención
de público, etc.
En una primera etapa se construyen 15 nuevos edificios para juzgados
en las regiones de Coquimbo y La Araucanía, pioneras en
la implementación de la Reforma.
En Coquimbo se habilitarán 5 edificios, con un total de
8.230 m2, que significarán un gasto de $4.500 millones.
En la Araucanía, habrá 10 nuevos recintos, con una
superficie total de 11.700 m2 y una inversión superior a
los $5.700 millones. |