TRADICIÓN
NAVAL
75 AÑOS EXPEDICIÓN
SHACKLETON
SELLO Nº 1507-1510
Setenta y cinco años se
cumplen de la extraordinaria hazaña efectuada por el Escampavía "Yelcho" de
la Armada de Chile al mando del Piloto 2º Sr. Luis A. Pardo
Villalón, al rescatar de la Isla Elefante, entre los hielos
antárticos, a la expedición inglesa del intrépido
británico Ernest Schackleton.
Era agosto de 1916 y hacía
19 meses que la desventura se había interpuesto en el destino
de los 22 esforzados tripulantes del "Endurance"
al quedar éste aprisionado en el Mar de Wedell, hundiéndose
10 meses después. Sufrimientos indescriptibles acosaban
a aquellos hombres, prisioneros de un continente inhóspito
y adverso. Hacía también cuatro meses que Schackleton,
luego de una audaz travesía en bote por el tormentoso mar
de Drake en busca de ayuda para sus compañeros, había
intentado infructuosamente en tres oportunidades alcanzar la Isla
Elefante.
En su afán de proporcionar
socorro a su tripulación solicitó apoyo a Georgia
del Sur, luego a Inglaterra y a Uruguay, pero sus tentativas no
prosperaron. Desde las Falkand siguió en cutter a Punta
Arenas, esperando obtener en Chile la ayuda requerida. Allí contrató servicios
de la Goleta "Emma"
con la cual emprendió un nuevo viaje hacia la Antártica,
el que también fracasó.
Finalmente depositó
sus esperanzas en la Armada de Chile, la cual dispuso el zarpe
de la escampavía Yelcho al mando del Piloto 2º
Luis Pardo Villalón, quien se hace a la mar desde Punta
Arenas el 25 de agosto. Su nave de apenas 467 toneladas, ya vieja
en ese entonces, era de inadecuado diseño para le empresa.
Todo se suplió con calidad humana, profesionalismo, pericia
y coraje sin límites y, por sobretodo son el incentivo del
cumplimiento del deber.
El miércoles 30 de agosto,
en pleno invierno con una visibilidad no superior a milla y media
recaló el "Yelcho" en la Isla Elefante, sorteando
con habilidad los témpanos y peligrosas rompientes. Al mediodía
se avistó
el refugio de los náufragos, los que de inmediato fueron
rescatados. Un fuerte "Viva Chile" gritado por los 22
hombres que volvían a la vida, s multiplicó
grandioso por la soledad de los hielos y la inmensidad de los mares,
para decir al mundo y a la historia que la misión había
concluido exitosamente. |