CENTENARIO
ESCUELA INFANTERIA EJERCITO DE CHILE
Sellos nº1247-1248
Terminada la Guerra del
Pacífico, el Alto Mando del Ejército se dedicó
a evaluar militarmente el conflicto, con el fin de determinar
las experiencias y conclusiones necesarias para el futuro
institucional.
En concordancia con tal realidad, se hicieron los primeros
estudios para la creación de una Escuela en la cual
se prepararan y graduaran los futuros Suboficiales, teniendo
en consideración que muchas de las Clases con que el
Ejército contaba en ese entonces, tenían experiencia
de guerra adquirida durante la Guerra del Pacífico
o de la Guerra de Arauco, pero que su preparación humanística
no era buena. Muchos Oficiales que habían sido héroes
en la guerra, surgieron de esa masa de Soldados que llegó
a los cuarteles, donde aprendieron a leer y escribir, y cultivándose
en la dura escuela del esfuerzo y del estudio, escalaron grado
a grado hasta alcanzar altos cargos militares. Como un justo
reconocimiento a los méritos de aquellos hombres, surgió
la Escuela de Clases.
Creada en 1887 bajo el Gobierno del Presidente Balmaceda,
tuvo por finalidad otorgar mayor instrucción a los
Cuerpos de Artillería e Infantería. Cuatro años
más tarde, sin embargo, la revolución de 1891
hizo que los alumnos regresaran a sus unidades.
Terminada la Revolución,, en 1892, la Escuela reiniciaba
sus actividades poniéndose en práctica un nuevo
Reglamento que disponía que los alumnos de la Escuela
de Clases formaban parte del Ejército permanente con
carácter de soldados y con una dotación máxima
de 100 integrantes. Posteriormente, desde 1895, la misión
alemana que la reorganizó, lo hizo de acuerdo con los
principios más modernos de la época y su dotación
aumentó el año 1900, a un Batallón de
Infantería con cuatro Compañías. Un 25
de julio de 1925 s decir, un cuarto de siglo más tarde,
comenzó a funcionar la “Escuela de Infantería”,
ocasión en que fue vencido su estandarte. Para completar
la instrucción de Oficiales, el Gobierno contrató
los servicios de los Mayores Félix Von Frantzius y
Hans Wrede a fin de que desempeñaran la cátedra
de táctica de las armas combinadas. Las experiencias
personales de estos Oficiales, recogidas en la Primera Guerra
Mundial y sus grandes conocimientos profesionales, contribuyeron
a divulgar positivamente los principios tácticos de
combate de la guerra moderna.
El paso del tiempo ha hecho aumentar su dotación y
ha permitido modernizar el material de instrucción
y de guerra lo que ha permitido seguir su tradición
de profesionalismo, disciplina y lealtad que le correspondiera
una importante actuación en el pronunciamiento militar
de 1973, ya que tuvo por misión el desalojamiento y
ocupación del Palacio de la Moneda, participando activamente
a contar de esa fecha en la responsabilidad que asumía
la Institución. |