Desde hace años y, en diversas reuniones, las Instituciones Policiales de América del Sur consideraron la necesidad de estrechar y hacer más regulares aquellos contactos puesto que la labor que nos compete se relaciona, con cierta frecuencia, con los otros países del Continente.
Esta idea se materializó en Diciembre de 1979 en que la República Oriental del Uruguay, con ocasión de celebrar los 150 años de existencia de su Policía Nacional, organizó el Primer Congreso de esta especie que tuvo singular éxito.
Los participantes, por unanimidad, distinguieron a Chile, al establecer a Santiago como sede del Segundo Congreso que se llevará a cabo del 18 al 26 de Octubre de 1981, lo cual honra a Carabineros de Chile.

Entre los puntos del temario, de mayor relevancia, se encuentran “Menores en situación irregular” y “la Drogadicción”, problemas éstos que afectan por igual al Continente y donde un intercambio de criterios, experiencia e información policial sería extraordinariamente útil.
Desde el año 1923 nos estábamos preocupando del menor en situación irregular, año en que se presentó en la Convención Internacional de Policía realizada en Nueva York el trabajo “Delincuencia infantil y Tratamiento de Menores”.

En base a la Ley de Menores, cuyo actual texto es de 1967, se creó la “Policía de Menores” a cargo de Carabineros de Chile y se encuentra organizada basada en una Prefectura de Menores con dos Comisarías, y la Fundación Niño y Patria dedicada a la parte asistencial del menor. Para éstos efectos, se mantienen 35 Hogares de Menores que tienen 2.500 internos, con resultados preventivos altamente positivos.
Estos Congresos propugnan el estrechamiento de relaciones entre los sectores policiales y nada más propicio que la convivencia y el mutuo conocimiento que se verán acrecentados, en la emulación deportiva ya que se continuará la disputa de la copa “Libertad en el Orden” donada por el Gobierno de l República Oriental del Uruguay, durante el torneo anterior.
Los servicios policiales uniformados de todo el Continente, no podemos sino tener presente, en todo instante, la delicada y honrosa función que nos corresponde, de defender a la Sociedad del delincuente que al transgredir la ley con su delito, afecta, cada vez en forma más profunda no sólo a su víctima y a los bienes materiales, sino a todo aquello que es la esencia de la vida común.

Las ramificaciones cada vez más extensas y profundas y la interacción organizada del delincuente exigen, necesariamente, una policía moderna y ágil que pueda operar concertadamente con la de otros países.
Nunca como ahora ésta acción compromete más seriamente al ciudadano común, a la Sociedad toda y hace, por lo tanto, más evidente una urgente colaboración.
Es en éste sentido, en éste contexto como encuadramos éste Segundo Congreso y los futuros que habrán de desarrollarse y dentro del cual Carabineros de Chile, se compromete y da la bienvenida a las delegaciones amigas cuyos ideales y objetivos son también nuestros.