SELLOS CONMEMORATIVOS DEL
“CINCUENTENARIO DE LA FUERZA AEREA DE CHILE”
1930 - 1980
Sello nº 0968-0970
La Fuerza Aérea
de Chile cumple 50 años de vida como Institución
Armada independiente.
Esta, es una fecha de historia y de futuro, en la cual es
necesario hacer recuerdos de hechos que son importantes
no sólo en la Historia Aeronáutica, sino en
el desarrollo del país.
Godoy, atravesó la Cordillera de los Andes por la
parte más alta, probando que el avión del
futuro (que ya es pasado) lo podría hacer sin dificultades
y acortando las distancias.
Aravena, voló de Santiago a Río de Janeiro
uniendo las capitales de varios países, donde el
mundo verá nacer una nueva era de vínculo
aéreo de unidad y solidaridad entre los pueblos.
Merino Benítez, no sólo fue el artífice
visionario de la Fuerza Aérea Independiente, una
de las cinco primeras de su especie en el mundo que obtenía
este reconocimiento de profesionalismo, sino que más
allá de esto, creó el Correo que unió
el Centro con el Norte del país y posteriormente
la Línea Experimental a Magallanes. El avión,
bajo el amparo de la Fuerza Aérea, daba origen a
la Línea Aérea Nacional y al Club Aéreo
de Chile, cuna de la Aeronáutica chilena..
Tenorio, unión en vuelo el Continente con la Antártica
haciendo presente también allí la Soberanía
de Chile y además mirar los vuelos hacia el Lejano
Oriente a través del Polo.
Parraguez, une una esperanza con un peñón
insular; y el Manu Tara extiende la Soberanía Aérea
de la Patria, hacia el Pacífico Sur y la Polinesia.
La Operación Atlante, demuestra que esos hombres
supieron preparar a sus continuadores en la era del jet,
de ser capaces de realizar hazañas en los tiempos
de la cibernética y de la alta tecnología
en donde el espíritu y el arrojo continúan
siendo el patrimonio de la Fuerza Aérea de Chile.
Tres Continentes conocieron el paso de ésta alas
tricolores.
Sismos, incendios, inundaciones y catástrofes, han
dado fé que la Fuerza Aérea y sus hombres
siempre han estado prontos a socorrer a sus conciudadanos
en desgracia, sin detenerse a pensar el peligro que para
ellos podría existir.
Llanquihue, Chiloé y Magallanes, entre otras regiones,
han conocido muy de cerca ese aporte de sacrificio, de entrega
total, de visión de pionero, donde cada vuelo en
esa zona de geografía y meteorología adversa,
era una epopeya de aventura y renunciación. El colono
que hace Patria con el arado y la pala, donde lo sacrifica
todo, conoce cual es el valor en la paz de su Fuerza Aérea,
cuya presencia es la diferencia entre la vida y la muerte
para el y su familia. La intrepidez sin límite de
hombres jóvenes dispuestos a salvar vidas, permitieron
arrebatarle a la desgracia y a la muerte de pasajeros de
un avión uruguayo y conocieron como los helicópteros
de la Fuerza Aérea les devolvía la vida.
Con esa reserva moral, nos preparamos para enfrentar el
futuro. La Fuerza Aérea ha recibido el legado de
Chile formado por Arauco y Castilla, por O´Higgins
y Prat que son nuestros ancestros, para recibir la forma
que Ibáñez y Merino Benítez le imprimieron.
La Fuerza Aérea de Chile de la era supersónica
ya cabalga en la Historia y, al igual que el Soldado Desconocido,
tenemos las tripulaciones que han entregado sus vidas por
los ideales del vuelo, del servicio hacia sus semejantes,
de entrenamiento para el combate, del engrandecimiento de
nuestra patria, sin parar mientes en el olvido del tiempo.
Los sellos que hoy salen a circular, mostrando algunos aviones
que han participado y están presentes en nuestra
Institución, recuerdan a este medio inanimado que,
para los Aviadores, posee un significado de afecto y romanticismo
y, para el chileno, una expresión de seguridad.
Hoy, 21 de Marzo de 1980, han pasado 50 años y Chile
nos encuentra en excelente pié moral y material,
siempre dispuestos a llevar más alto al pabellón
de la Patria.
FERNANDO MATTHEI AUBEL
GENERAL DEL AIRE
COMANDANTE EN JEFE DE LA FACH
MIEMBRO DE LA JUNTA DE GOBIERNO |