70 AÑOS DEL
EJERCITO DE SALVACION EN CHILE
SELLO nº 941
EL EJERCITO DE SALVACION
ALREDEDOR DEL MUNDO
Un 2 de julio de 1865, en una anónima
esquina del barrio este de Londres, sin ostentación
ni pompa, se inició la misión de amor hacia
destituidos y marginados que más tarde alcanzaría a todo hombre, mereciendo incluso el homenaje de reyes y dignatarios.
William Booth, su fundador, jamás vislumbró
el alcance de la obra que Dios inspirara en su alma, cuyos
batallones marcharían un día triunfantes en
82 países, diseminados en quince mil quinientos centros
evangelísticos y más de tres mil instituciones
sociales; extendiéndose como un movimiento de paz y
buena voluntad expresado en un ministerio de consuelo al abatido,
de amistad al solitario, de valor al fatigado, de apoyo al
débil y de aliento al que ya no espera nada. Fácilmente
identificados por su uniforme ( pasaporte de ingreso desde
los círculos sociales más rústicos hasta
los más refinados ) los salvacionistas también
se caracterizan por la gallarda y hábil expresión
musical de sus bandas y la gracia e ingeniosidad de sus brigadas
de canto y pandereta.
EN CHILE
Pocos meses antes del año centenario
de la independencia chilena, a fines de 1909, el dinámico
empuje de esta fuerza redentora impulsó a los valientes
pioneros a vencer montaña y mar para proclamar el mensaje
de salvación y amor que transforma y vivifica, y que
cual milagrosa medicina llega a través de más
de medio centenar de centros, entre ellos hogares de hombres
y mujeres, centro de rehabilitación, hogar de ancianos,
comedores infantiles, centros abiertos, hogares de niños,
escuelas, jardines infantiles y residenciales para estudiantes.
William T. Bonnett, el iniciador de la obra de Chile, tampoco
imaginó que la humilde semilla sembrada en este suelo
germinaría con tal impetuosidad que nuevamente se remontaría
por sobre agua y Ande, en contagioso desborde. Aún
cuando este año el Ejército de Salvación
celebra su septuagésimo aniversario, el futuro se extiende
brillante y promisorio. Tras su insigne pabellón milita
una heterogénea hueste de hombres y mujeres, en su
mayoría nacionales, que con divina intrepidez y denuedo
forjan una patria mejor, consagrados de lleno al servicio
de Dios y la humanidad. |