CENTENARIO INCORPORACION ISLA DE PASCUA A CHILE
Isla de Pascua es el vértice
oceánico de Chile. Distante 3.700km. del litoral chileno,
completa el territorio oceánico y da forma al mar de
Chile; y, en el secreto del alma, es la estrella isleña
del azul en nuestra bandera amada.
En la inmensidad del Pacífico sur, ese triángulo
volcánico emerge solitario, como centro focal sur de
la elipse del mayor océano del mundo. Es, precisamente,
“Te Pito te henua”, el ombligo del mundo, como
lo llamaron sus habitantes. Allí, solos, en un aislamiento
de 700 años- hayan o no habido aportes ocasionales-
crearon la cultura rapanui. Cultura que supo adecuar la vida a un entorno precario, al aislamiento de siglos, y desarrollar
un orden superior y expresiones artísticas prodigiosas.
Cuando el tiempo histórico de Occidente llega al pacífico,
las corrientes marinas y los vientos predominantes en el océano
mantienen a los navegantes alejados de esta isla doscientos
años más, hasta avanzado el siglo XVIII. Davis,
marino inglés, anotó haber avistado una tierra
montañosa en los 27” sur, pero, por desgracia,
para secuestrar o esclavizar a sus habitantes, destruyendo
esa civilización. Chile es llamado a proteger a los
pascuenses, dos centenas escasas, que sobreviven a tanto infortunio.
Y debe asumir su rol propio en el vasto espacio oceánico
de su geografía, su historia y su destino.
El 9 de septiembre de 1888, el capitán Policarpio Toro,
de la Armada de Chile, toma solemne posesión de la
isla, incorporándola definitivamente a la nación
chilena, con la plena aceptación de todo su pueblo.
Los jefes isleños firman el acta de incorporación.
En septiembre de 1988 se cumplieron cien años desde
esa fecha histórica. Los descendientes de aquel pueblo
son parte sustancial del pueblo chileno, su cultura y su vida
insular vuelven a florecer integradas en la chilena. |