Etnicamente los pascuenses son un pueblo polinésico, aun cuando su origen y fecha de su primera inmigración es un misterio. Todas las civilizaciones polinésicas tienen una base común habiéndose desarrollado particularidades propias que han constituido tipos diferentes. Todos los aspectos fundamentales de las civilizaciones de la Polinesia se encuentran en la Isla de Pascua, que ha heredado mayor parte de las técnicas y de las tradiciones, que forman el legado común de los polinésicos orientales.
Las raíces melanésicas en la composición racial pascuense, ha sido descartada por los más serios investigadores, que no han encontrado ninguna semejanza en su cultura, arte, religión u organización social. La civilización pascuense es de origen absolutamente polinésica, habiendo alcanzado la cúspide de su desarrollo cultural, que en otras islas apenas aparece. Por ejemplo en las Marquesas la expedición “Heyerdahl” encontró en Hivaoa, sólo once pequeñas y grotescas figuras y algo similar ocurrió en las Islas Pitcairn y Rai Vae Vae. En cambio los Ahu de las Marquesas son parecidas a los de Isla de Pascua.
Tienen una gran plataforma y estatuas en hilera que si bien son de otro estilo corresponden a una misma tradición artística. Iguales raíces se encuentran en los tatuajes marquesanos y pascuenses y en la representación de una divinidad: Tiki, personaje de grandes ojos, motivo fundamental del arte marquesano, que se repite en los petroglifos de Orongo.
Con respecto a su folklore, las danzas originales de la isla y las que en la actualidad se ejecutan tienen una raíz tahitiana. Que se debe a los pobladores y comerciantes de este origen que permanecieron en la isla antes de la toma de posesión chilena.
“Los cantores Pere E Iti cantaban sentados en el suelo sobre sus pantorrillas y acompañaban el canto con rítmicos movimientos del tronco, el llamado Hopo. El Hatu y otros personajes detrás de él, hacían sus primitivas danzas para las fiestas, saltando alternadamente en un pie. Sólo en la era moderna se han introducido los bailes exóticos como el Upa - Upa Tahitiano”.
Generalizando, todos los bailes Rapa Nui, tanto antiguos como modernos, representan la historia a través de las diferentes expresiones de la danza, donde siempre está presente la naturaleza que rodea toda la isla. Como ejemplo el baile llamado: Tu' u Koi Hu el cual representa al sabio maorí que fabricó los primeros moais.
La historia cuenta que este sabio viniendo de otro pueblo vio dos espíritus. Cuando estos vieron que el sabio los había observado se transformaron en figuras de hombre y le preguntaron si los había visto a lo cual respondió bajo su cama las figuras taladas de los espíritus.
Con la música ha sucedido algo similar, se advierten cambios de la música local, sobre todo en los cantos de la última centuria, donde formas más perfeccionadas y línea melódica más variada denotan una influencia polinésica más reciente. Las danzas y la mímica de los viejos cantores de Rapa Nui, al acompañar sus cantos antiguos incluían pantomimas y coreografía oriental muy diferente de la danza sensual de otros bailes polinésicos. La danza primitiva de Rapa Nui, aparece como más estática, más posicional, se fija un centro de gravedad con el arco de los pies cada vez más ligeros, se imita a las aves y a los hombres, con ondulación del cuerpo, giro de las rodillas y mímica facial muy expresiva