Santiago vive tiempos nuevos. Desde una óptica de ciudad adulta, rescatando lo mejor de su pasado y uniendo las ideas y las voluntades de su gente, cambios estructurales han comenzado a ponerse en marcha.

Con la vida como principio y final, como inspiración de un proceso renovador, la Comuna de Santiago ha iniciado la recuperación de su rol residencial, con el consecuente mejoramiento de sus servicios de educación, salud y cultura. Eso, simultáneamente con el hecho de reafirmar su histórica función de ciudad capital: centro administrativo, político, industrial, cultural y comercial del país.

Las vertiginosas transformaciones experimentadas por la ciudad, especialmente en el último cuarto de siglo, han determinado la imprescindible materialización de cambios que la preparen adecuadamente para la llegada del año 2000.

Esas 35 manzanas trazadas en torno a la Plaza de Armas por don Pedro de Valdivia, aquel 12 de febrero de 1541, se han transformado en una urbe gigantesca integrada por 24 comunas administrativamente autónomas, que cubren una superficie de 35 kilómetros de norte a sur y 40 kilómetros de este a oeste, cobijando a ya casi 4 millones de personas...Un tercio e la población nacional.

La conmemoración de los 450 años sorprende entonces a Santiago en un momento crucial de su historia, con una gran tarea por delante, ser una ciudad humana, eficiente, digna y respetada. Su gente así lo quiere, el país lo necesita.

Santiago...toda la vida.