En 1988 se recuerdan los 100 años de la muerte de San Juan Bosco, aquel sacerdote y educador genial, que entregó su vocación al servicio de los jóvenes.
Nació el 16 de Agosto de 1815 en I Becchi (Italia) y desde la muerte de su padre, fue educado cristianamente sólo por su madre, Margarita, siendo además, inspirador de su vocación el Santo de la Bondad San Francisco de Sales, al cual, ya adulto, eligió como patrono de sus obras y modelo para sus seguidores.
Innumerables obras destacan en su labor en beneficio de los jóvenes, creando talleres de zapatería, sastrería, carpintería, herrería, encuadernación, escuelas, internados, liceos. En su calidad de educador creó el “sistema preventivo”, método que se basa en la racionalidad, la fe y la bondad con los jóvenes. En los colegios de la congregación reina la alegría, el juego, el deporte, la música y otras actividades que junto al estudio permiten formar una juventud sana y virtuosa.
Ejemplo de esta formación es el alumno Domingo Savio, que fuera declarado santo en 1954 por el Papa Pío XII y que, justamente el sello que Correos de Chile emite en esta ocasión destaca a Juan Bosco junto a Domingo Savio, en el óleo sobre madera del Pintor di Girolamo.
Para la educación y evangelización de las clases populares redactó más de 142 escritos, entre libros y opúsculos. Editó y publicó especialmente para el pueblo las “Lecturas Católicas”, colecciones de libros para los jóvenes y la Revista el Boletín Salesiano.
Pertenecen a este gran sacerdote obras como la fundación de la Congregación Salesiana (1859), el instituto de las Hijas de María Auxiliadora (1872) y la Asociación de Cooperadores Salesianos. (1876).
Con el fin de extender sus enseñanzas envío misioneros a Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, llegando a nuestro país los primeros salesianos a las ciudades de Concepción, Punta Arenas y Talca, los cuales, formaron escuelas de Artes y Oficios, Oratorios y Misiones para atender a los indígenas de Tierra del Fuego. Así la obra formadora de Juan Bosco es conocida en Chile, país que sólo conoció por referencias y por sus misteriosos sueños multiplicándose su vocación a través de varios chilenos, entre ellos, Crescente Errazuriz, Blas Cañas, Abdón Cifuentes, Manuel Arriarán Barros, Ramón Angel ara y sobre todo a Camilo Ortúzar Montt, quien llegó a ser el primer salesiano chileno.
Juan Bosco muere el 31 de enero de 1888 dejando tras él la grandeza de su espíritu. Cuarenta y seis años después, el 1º de abril de 1934, es canonizado por el Papa Pío XI.