La filatelia, que es el coleccionismo de estampillas postales y piezas postales, sigue existiendo, y creo que siempre existirá. Efectivamente los apasionados por éste tipo de afición o hobby, han ido disminuyendo con el tiempo, por la influencio de los múltiples tipos de entretenciones que han ido surgiendo con el correr de los años y la apariciones de nuevas tecnologías, que hacen que los más jóvenes opten por ellas, por ser una mayor inmediatez y de una entretención más rápida y simple, que requiere menos dedicación de tiempo al estudio de la misma.
La filatelia, es cultura y obliga a aquellos que nos dedicamos a ésta afición, a estar constantemente informándonos de diversos temas de cultura general, de geografía, de geopolítica, etc., pues es la única forma de entender y comprender medianamente aquellas imágenes que vemos plasmadas en los sellos postales, tanto de Chile como del resto de los países del mundo.
Que efectivamente, a nivel mundial el uso de sellos postales ha disminuido, es cierto, pero NO es cierto que su uso haya desaparecido. Simplemente es que el uso de correspondencia ha crecido a volúmenes tan grandes, que el uso de estampillas en la correspondencia ha pasado a ser un pequeño porcentaje del total de correspondencia transportada por las empresas de correos, dando la sensación de un uso muy menor de ellas. Pero el uso de estampillas sigue siendo importante en muchos países del mundo, y es más intensivo es su uso en los mal llamados países del “primer mundo”.
Entonces y volviendo al título de éste artículo, surge la pregunta: ¿Está muriendo la filatelia en Chile?. Al parecer SI, la filatelia se está muriendo, pero no así la existencia de los filatelistas, pues, nosotros, los filatelistas, estamos haciendo lo posible porque éste tipo de afición se mantenga y sobreviva, y la verdad, señores, es que ella sobrevira, pues existe una corriente mundial de preocupación por la sobrevivencia de ésta afición.
Pero el problema principal para los filatelistas, está aquí en nuestro país. Y esto, porque las autoridades de Correos de Chile, han decidido, ya desde hace algunos años, reducir al mínimo o simplemente eliminar la emisión de sellos postales en Chile, sin tener la menor consideración en las premisas básicas del significado de los sellos postales o estampillas.
Los sellos postales se comenzaron a usar en Chile en el año 1853 y desde el año 1910, ya hace más de 100 años, se habían convertido en “embajadores” a nivel nacional e internacional de la promoción de la cultura de nuestro país, si señores, de la CULTURA, en letras mayúsculas, pues en ellas se estamparon por años la conmemoración de las más importantes efemérides patrióticas, personajes de importancia nacional, aniversarios de instituciones permanentes, tanto nacionales como internacionales y de otras actividades nacionales e internacionales de importancia para el país y/o de trascendencia mundial, y era función del Estado, inicialmente del Ministerio del Interior y muy posteriormente de Correos de Chile, promoverlas y destacarlas, para lo cual se diseñaban Sellos Especiales o Conmemorativos, los que eran diseñados e impresos por Casa de Moneda de Chile, ya que éstos “instrumentos” de cobranza para el transporte de la correspondencia, eran y son aún “Especies Valoradas del Estado”.
Hoy en día, nuestras autoridades de Correo, sin la menor consideración del concepto de “embajador de la cultura de Chile” que debe tener cada sello postal chileno, han mercantilizado la emisión de los sellos postales a tal punto, que hoy en día solo se emiten sellos postales a “pedido” de quién o quienes paguen por ellos. Con el agravante adicional, que además Correos de Chile ha eliminado prácticamente todos los puntos de venta de sellos postales, no existiendo en la actualidad más que un pequeño puñado de “agencias” don se pueden comprar sellos, y esto ocurre, si y solo si, el empleado de Correos, se tiene a bien el querer hacerlo. En resumen, es casi imposible compra una estampilla en todo Chile.
Dadas las premisas antes descritas, no es raro que el resultado sobre las emisiones postales sea el actualmente presente. El año recién pasado (2012) solo se realizaron seis series postales, una de ellas, llamada “Serie América- UPAEP” se realizó por cuenta del Estado, pues es un convenio firmado por Chile con ese organismo internacional, y que data desde el año 1989, los otras cinco emisiones fueron de escasa o nula importancia nacional y menos aún cultural. Todas ellas “pagadas” por algún privado y emitidas o “puestas” en circulación, si es que fueron distribuidas hacia alguna parte, en el segundo semestre del año.
Ya es imposible siguiera pensar en una estampilla de Navidad, pues no veo posibilidad alguna que “El Viejo Pascuero” (Papa Noel), tenga dinero ni la disposición para pagar a Correos de Chile una emisión postal, que podamos disfrutar el resto de los Chilenos y que sirve para recordar el nacimiento de Jesús, fecha tan importante para todos los cristianos y para los que no lo son también..
¿Y qué más podremos decir, respecto de la conmemoración de una Efemérides Nacional?, ¿Quién la podrá pagar, “Moya”?, ¿Tendrá que pagar la Armada de Chile, para seguir conmemorando el Combate Naval de Iquique?, ¿Tendrán que pagar los parientes vivos que queden de nuestros héroes nacionales, como lo son Arturo Prat o Bernardo O´Higgins, una emisión postal, para que el resto de país y el mundo los recuerde y conozca?, ¿Tendrán que pagar nuestros importantes y sacrificados deportistas y atletas, para que se haga una emisión postal conmemorativa a un evento deportivo nacional o internacional que se realice en Chile o en el extranjero?.
¿Y qué decir de nuestra última y gran vergüenza filatélica nacional?, Hemos realizado en Chile la “I Cumbre de la CELAC , I Cumbre CELAC-UE” (Cumbres entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea) y VII Cumbre América Latina, Caribe - Unión Europea , con la asistencia de 62 países Americanos y de Europa, 40 de ellos representado por su Presidente o Primer Ministro, con miles de extranjeros asistiendo a nuestro país, y a nuestras Autoridades de Correos de Chile, no se les ocurrió siquiera, la idea de conmemorar tal magno evento, con uno o más sellos postales, ni siquiera un “matasellos” conmemorativo (un matasellos no cuesta más de $50.000.-).
Cuesta mucho imaginar que a la Sra. Presidenta de CorreosChile, Susana Carey Claro o el Gerente General, Sr. Pablo Montané Alliende, tengan tal desconocimiento de las tradiciones básicas de la institución de dirigen, que ya tiene más de 260 años, no hayan tenido en la mente la importancia de haber realizado una emisión de una serie postal, para tal importante y magno evento, que por lo demás, tenía más de un año de planificación.
Desde el punto de vista comercial, hubiese sido un éxito total, ésta es el tipo de emisiones postales que se vende muy rápidamente y deja con un saldo absolutamente positivo en dinero, éste tipo de emisión postal, además del saldo económico positivo, deja como mayor saldo positivo una gran “imagen país”.
En la actualidad y con el sentido absolutamente mercantilista que han dado a Correos de Chile las autoridades de los últimos años, la operación hubiese sido un éxito económica, si además, Correos de Chile tuviera puntos de venta, para vender los sellos, pero Correos de Chile están actualmente entrampado en la siguiente problemática, “no emite sellos, pues ellos no se venden”, pero la verdad es que los sellos no se venden, pues la misma empresa de Correos no los pone a la venta. Entonces, ¿Cómo voy a vender estampillas, si ni siquiera las pongo a la venta?
Pareciera que todos los ingenieros comerciales de Correos de Chile, se saltaron algunos cursos en la Universidad, y algunos básicos, de aquellos que se aprenden simplemente “en la casa o en la calle”.
Por las mismas razones anteriores (y gracias a Dios), tampoco les ha resultado el “negocio”, de que "el que quiera una emisión postal, la pague", pues de haberles resultado tal premisa comercial, ya tendríamos miles de sellos postales de casas comerciales, de bancos, compalías de seguros, , etc., etc. y quizás, de qué otra cosa.
Y eso no ha ocurrido, pues al otro lado, en las casas comerciales, saben que como marketing, no es una buena idea, pues, ¿para qué pagar con un sello postal a Correos de Chile, si Correos de Chile no lo va a colocar a la venta del público general?, mal negocio para las compañía comerciales, pero muy bueno para aquellos que amamos los sellos y que creemos en la importancia histórica y cultural, que cada una de las emisiones postales debería y debe tener.
Ya hemos tenido que “afear” nuestros álbumes en el año 2004, con dos estampilla hecha para “GASCO” , una empresa comercial privada de distribución de gas, y otros varios sellos de “Universidades” pequeñas y privadas de reciente creación. Cuatro sellos se emitieron cuando vino el Presidente de Italia, por lo demás, desconocido o casi desconocido en Chile y en cambio, la semana recién pasada, tuvimos a 40 Jefes de Estado o Gobierno y 22 Delegaciones, y “NI UN SOLO SELLO”
Sí señores, puedo concluir que a pesar de los esfuerzos que hacemos los filatelistas que participamos activamente en la promoción del coleccionismo de sellos postales de Chile, a nivel nacional e internacional, estamos tratando de sobrevivir, pero las actuales autoridades de Correos de Chile, están haciendo un denodado esfuerzo en tratar de MATARNOS!!!!!,
No hay emisión de sellos postales, no hay promoción ni interés en los sellos postales, el servicio de Correos no vende sellos, es servicio es extremadamente lento e inseguro, la correspondencia que nos envían desde el extranjero tarda meses en el proceso de clasificación y distribución en Chile, la correspondencia se extravía y muchas veces es violada o llega en condiciones deplorables, si es que ella nos llega.
Ing. Patricio Aguirre Warden
Vicepresidente FESOFI-CHILE
Director Sociedad Filatélica de Chile
Vicepresidente Federación Inter-Americana de Filatelia FIAF
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